El Anteproyecto de Presupuestos Generales de Estado del 2012 revisó el valor catastral de 4,2 millones de viviendas. El señor Rajoy acaba de hablar de bajada escalonada de impuestos en la convención del PP. Repasamos hemeroteca y nos encontramos con noticias como esta.
Otro catastrazo a la vista. Según consta en el anteproyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado, Hacienda tiene previsto revisar el valor catastral de 4,2 millones de viviendas durante el año 2012, una actualización que podría suponer un importante incremento en la carga que soportan las familias y un nuevo varapalo fiscal después de la subida del IRPF anunciada por el Gobierno a comienzos de año. Las notificaciones del Ministerio son las que utilizan los ayuntamientos para elaborar tributos como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), del que constituyen la base imponible.
Según consta en el programa de Gestión del Catastro Inmobiliario del Ministerio de Hacienda y Administraciones Territoriales, el departamento de Cristóbal Montoro prevé “la elaboración y aprobación de ponencias de valores (totales o parciales) que afectarán a 4.200.000 bienes inmuebles urbanos y de características especiales en diferentes municipios”. Lo normal es que la tasación de las viviendas examinadas suba, en tanto puede pasar más de una década entre revisión y revisión. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria con el estallido de la crisis económica sólo atenuará levemente las subidas.
Según consta en el programa de Gestión del Catastro Inmobiliario del Ministerio de Hacienda y Administraciones Territoriales, el departamento de Cristóbal Montoro prevé “la elaboración y aprobación de ponencias de valores (totales o parciales) que afectarán a 4.200.000 bienes inmuebles urbanos y de características especiales en diferentes municipios”. Lo normal es que la tasación de las viviendas examinadas suba, en tanto puede pasar más de una década entre revisión y revisión. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria con el estallido de la crisis económica sólo atenuará levemente las subidas.
Los alcaldes también tienen la última palabra a la hora de decidir cómo repercuten las subidas, que normalmente escalonan. Sin ir más lejos, el informe de la ponencia elaborada por la Dirección General del Catastro para Madrid en 2011 contemplaba un incremento del 74% en el valor catastral de las viviendas. El Ayuntamiento de Madrid decidió periodificar la subida y repercutirla a lo largo de la próxima década, lo que supondrá un aumento medio del IBI del 5,7% en los próximos años. La anterior ponencia para la capital, elaborada en el ejercicio 2001, ya recogió un incremento del 129%. Un difícil equilibrio ya que el tributo en cuestión es una de las anclas de las finanzas locales. Según datos del Consejo Económico y Social (CES), la recaudación por IBI supone hasta un 17% de los ingresos de las entidades locales.
Salvar las finanzas locales
Aunque el programa no refleja los municipios afectados este año, algunos ya han dejado claro que son de la partida. Por ejemplo, el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, apuntaba recientemente que el ayuntamiento había dado el visto bueno para poner en marcha la revisión de los valores catastrales de la ciudad, tras recordar que la última actualización data de 1997. Otros que vieron revisados sus valores catastrales en lo alto de la burbuja, como es el caso de Málaga, llegaron a plantearse incluso solicitar al Gobierno central la modificación a la baja de la ponencia para reducir la presión fiscal sobre los ciudadanos.
No ayuda a la moderación del gravamen que una de las primeras medidas adoptadas por el Partido Popular nada más acceder al poder fuera incrementar de forma progresiva el tipo impositivo del IBI –a mayor antigüedad del valor, mayor subida- con el objetivo de que “las entidades locales no pongan en peligro el objetivo de estabilidad presupuestaria”. Según explicó en su momento la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, el gravamen adicional permitirá recaudar a los ayuntamientos 918 millones adicionales y se aplicará temporalmente durante los años 2012 y 2013.
La debacle del sector inmobiliario también está afectando a la tramitación de altas y a los cambios en los datos de las fincas. Aunque la Dirección General estimaba que introduciría 1,1 millones de modificaciones en 2011, finalmente sólo llevó a cabo 760.813. Repite la previsión de acometer 1,1 millones en el presente ejercicio. “Esta disminución se debe a la caída del sector inmobiliario con la paralización de nuevas construcciones y la consiguiente repercusión en la tramitación de altas en la base de datos”, reza el documento de Hacienda. El Catastro tiene actualmente registrados 35,9 millones de inmuebles urbanos y 39,69 millones de rústica, para un total de 29,2 millones de titulares
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