Jaime
Lloret ha conseguido que el benefactor arreglase el brazo de la grúa para que
los cocoteros aéreos volvieran a su lugar de origen. La que en su momento se
vendió como rotonda elevable que iba a permitir la reurbanización de la zona,
que se ampliaran tramos de acera, que generaría nuevos espacios libres donde se
instalaría mobiliario, alumbrado urbano, jardineras y arbolado, la también
conocida como la rotonda de los cocoteros, ha resultado ser un problema
más para los vileros.
De todo
lo prometido, al final lo que se ha obtenido son unos vistosos quesitos de
colores y unos maceteros que subirán o bajarán según un benefactor disponga o
no de grúa.
Cuando
denunciamos hace dos meses la situación esperpéntica que padecían los vecinos
de la zona al ver en plena Navidad unos cubos de hormigón adornando nuestras
calles, el Alcalde nos exigió que le pidiéramos perdón por querer que nuestro
paisaje urbano cumpliera con unos mínimos de orden y por trabajar para que
nuestro municipio no diera la imagen de dejadez y abandono que la rotonda
reflejaba en ese momento.
Desde
el Grupo Municipal Socialista dudamos y nos preguntamos si Jaime Lloret se
quejó por que informamos a los ciudadanos del precio de mover los maceteros,
8.000 euros cada vez, o únicamente por denunciar su desidia. Ahora, una vez
vueltos los cocoteros a su lugar, queremos que responda a estas
cuestiones que interesan a los ciudadanos: ¿ Qué le ha costado definitivamente
a los vileros este insólito episodio de los cocoteros aéreos ?¿ Qué ha
recibido el benefactor a cambio? Si la respuesta a esta pregunta es nada, el
benefactor merece que los vileros conozcamos su nombre para darle las gracias
por tan desinteresado detalle para mejorar la imagen de la Vila.
Pero
lo que a buen seguro no nos merecemos, es un Alcalde que no da explicaciones
sobre este y otros muchos desaguisados de difícil comprensión como es en este
caso el hecho de estar ocho meses esperando una grúa.
¡Y
después encima quiere que le pidamos disculpas nosotros!
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